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Los tests antidopaje vuelven a ESL tres años después

Katowice

Foto vía ESL

Los deportes electrónicos generan debate incluso para su concepción: ¿son entretenimiento o deporte? Independientemente de la opinión personal de cada uno, gran parte del tratamiento de los esports ya se ha visto anteriormente. Una de las claves del deporte tradicional es el control del dopaje para intentar mantener la integridad competitiva de los distintos torneos. Sin embargo, en las competiciones organizadas por ESL este control volverá regularmente.

El vicepresidente de ecosistemas de juegos de ESL FACEIT Group, Ulrich Schulze, ha confirmado a través de Twitter que los controles antidopaje volverán regularmente a los torneos organizados por ESL tres años después. Schulze ha explicado que la última vez que tomaron medidas protocolarias contra el dopaje fue en 2020 y que el motivo por el que no continuaron fue la pandemia, que forzó el retorno a la fase online. Las declaraciones del ejecutivo llegaron después de que el in-game leader de Cloud9, Vladislav Gorshkov «nafany«, expresara su sorpresa por no haber hecho ningún test anteriormente.

Técnicamente, los controles antidopaje simplemente volverían a realizarse con frecuencia. Algunos jugadores profesionales han indicado al in-game leader que durante los últimos años han pasado por este tipo de pruebas. Por ejemplo Benjamin Bremer «blameF», jugador de Astralis, pasó por uno en la Intel Extreme Masters (IEM) de Colonia, mientras el in-game leader de G2 Esports, Rasmus Pallisgaard «HooXi«, en el último Major de Rio de Janeiro.

¿Existe el dopaje en los esports?

La existencia del dopaje en los esports no genera consenso dentro de la comunidad. A diferencia de los deportes tradicionales, todavía se desconoce qué sustancias mejoran el rendimiento entre los ‘pros’. Jugadores profesionales como Jonathan Jablonowski «EliGE«, de Team Liquid, opinan que este no es un problema importante hasta que no haya una investigación que así lo de muestre. Sin embargo, el nacimiento de estos protocolos dentro de los deportes electrónicos sí está marcado.

Sin embargo, sí existe un antecedente que marcó la creación de tests contra el dopaje. En 2015 el exjugador profesional Kory Friesen «SEMPHIS» afirmó en una entrevista que consumía fármacos. El por entonces jugador de Cloud9 afirmó que tomaba Adderall, una anfetamina contra el déficit de atención con hiperactividad. Además, también confirmó que lo tomaba el resto del equipo. Ante esta situación, la comunidad de Counter-Strike se quejó y ESL implantó las tests antidopaje aleatorios tras colaborar con la National Anti Doping Agentur (NADA) y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).

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