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La otra semifinal del Madison Square Garden

Foto vía Riot Games

Desde 2016 el Madison Square Garden dejó de ser un lugar de culto exclusivamente destinado a los New York Knicks y los New York Rangers. En pleno octubre Nueva York vivió el que para muchos aficionados todavía es el mejor partido de la historia de League of Legends: el duelo entre SK Telecom T1 y ROX Tigers. 20.000 espectadores vieron cara a cara el duelo entre los dos titanes surcoreanos. En un lado estaba en juego la consolidación de una dinastía irrepetible, por el otro la capacidad para ponerse el mejor traje de verdugo desde la simpatía de sus jugadores.

La aparición de Miss Fortune como apoyo, las flecha de Ashe para parar la defensa de SK Telecom T1, la huida de Lee Sang-hyeok «Faker» con tan solo un fantasmal… Los recuerdos que genera aquella serie marcaron un antes y un después para muchos seguidores de League of Legends. Los tres representantes de la League of Legends Championship Korea (LCK) estaban presentes, principalmente porque por entonces Corea del Sur todavía era la región a batir. Entre ellos se encontraba H2K Gaming, un equipo que a pesar de llegar por méritos deportivos, parecía que había aterrizado al Madison Square Garden como invitado. Como si la cosa no fuera con ellos tanto por el nivel de los equipos surcoreanos como por las tensiones internas del equipo.

El enfrentamiento entre SK Telecom T1 y ROX Tigers supuso un capítulo definitorio de la historia de los deportes electrónicos. Al fin y al cabo, en aquel momento no existía ninguna introducción mejor. Pero hecho el festín y la fiesta, al Madison Square Garden todavía le quedaba pendiente vivir la sobremesa y la resaca. Quizás los ojos estuvieran puestos en los dos mejores equipos del momento, pero la importancia del partido hacía el enfrentamiento interesante por naturaleza. Quiénes somos para restar importancia al hecho de poder estar más cerca de la Copa del Invocador. El duelo era el postre perfecto para aquellos que todavía tenían más ansia de League of Legends.

El duelo entre H2K Gaming y Samsung Galaxy era visto como un enfrentamiento entre cenicientas. Nadie esperaba ni que H2K estuviera ahí ni que Samsung realmente hubiera podido llegar con tantas facilidades de no haberse topado con Cloud9. Sin embargo, el partido no se hizo pesado. Su dosis fue perfecta: intenso a momentos pero sin pasarse de largada. En el conjunto europeo fueron Konstantinos Tzortziou «FORG1VEN» y Oskar Bodgan «Vander» se impusieron en línea desde el inicio. Le demostraron a Jo Yong-In «CoreJJ» que un día no era suficiente para emular la Miss Fortune de Kang Beom-hyun «GorillA«. Pero Kang  Chan-yong «Ambition«, que había soñado durante más tiempo con la Copa del Invocador, quiso hacer las cosas por la vía rápida con Nidalee. Hundió a Ryu Sang-wook para que no hiciera de nexo entre las fortalezas de H2K y le dio a Lee Min-ho «Crown» el tiempo necesario para escalar.

Sin saberlo, el Madison Square Garden presenció una de las últimas buenas versiones que Crown ofrecería a lo largo de su carrera

En la segunda partida, Marcin Jankowski «Jankos» supo leer que, teniendo a su lado el Rumble de Andrei Pascu «Odoamne«, debía parar al Jayce de Lee Seong-jin «CuVee«. El top surcoreano era famoso por no ser especialmente bueno en línea, pero cualquier mínima ventana suponía un problema para H2K Gaming. Sin embargo, el problema para los europeos se encontraba en la calle central. H2K tenía las calles laterales llenas de presión, pero Samsung Galaxy sabía dónde tenía que responder ante esa situación. Ryu volvió a ser acometido y su rival no dudó en explotar la ventaja que tenía con Cassiopeia para poner el 2-0. El medio de Samsung sabía que, llegados a los playoffs, era un todo o nada. Sin saberlo, el Madison Square Garden presenció una de las últimas buenas versiones que Crown ofrecería a lo largo de su carrera.

Pero llegados al tercer y definitivo mapa, quien tenía deudas pendientes en aquella serie era Park Jae-hyuk «Ruler«. El tirador no había debutado por arte de la casualidad y tenía que demostrarlo ante el Madison Square Garden. Que no todo se resumía en cómo jugar la fase de líneas. H2K Gaming intentaba responder a Samsung Galaxy cada vez que naufragaba, pero el dominio de la Grieta del Invocador por parte de los surcoreanos era envidiable. Mientras el agua subía al cuello de los jugadores europeos, Ruler bailaba en medio del caos. Tenía a Ezreal, un campeón cuya importancia para Corea del Sur habla con sí misma. El 3-0 fue entretenido y contundente, pero no excesivamente pesado después del éxtasis presenciado un día atrás.

Los rostros de FORG1VEN y Vander tras la derrota lo decían todo: poco podía hacer H2K Gaming ante la superioridad de Samsung Galaxy. Sin embargo, esa impotencia no se traducía en rabia, principalmente porque esta ya había sido desatada anteriormente. H2K se coló en playoffs tras una memorable vuelta en la que saldó cuatro victorias (incluido el desempate por la primera posición), superando a rivales a priori favoritos como EDward Gaming o de nivel similar como AHQ Esports Club.

El día de antes, según reveló Odoamne en un episodio de Euphoria, los jugadores y el cuerpo técnico se dijeron de todo menos bonito. El equipo tenía ganas de volver a casa por la tensión del ambiente, pero toda esa agresión la trasladaron en resultados. Conseguir la primera plaza fue tan importante como el azar para jugar contra el Albus Nox Luna que llegó a los cuartos de final. H2K Gaming había sido uno de los pocos equipos con los que el conjunto ruso había entrenado, por lo que se llevó el partido con un contundente 3-0 para viajar a Nueva York.

En estos Worlds, de aquella semifinal olvidada entre H2K y Samsung, sólo quedan Odoamne y Ruler. CoreJJ se quedó a las puertas del Mundial, Jankos firmó su peor resultado en el torneo al caer en la fase de grupos y el resto está alejado de alguna forma u otra de la élite como jugadores. Esta edición los grupos se han disputado en el Teatro Hulu del propio Madison Square Garden, donde también se jugarán los cuartos de final. Técnicamente no es el mismo sitio exacto, pero sí uno colindante a donde una vez no esperaban llegar o fueron felices.

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