La industria del videojuego ha entrado en una nueva era de precios. Lo que hace solo unos años parecía impensable se ha convertido en la nueva norma: juegos a 80 y 90 euros, remasterizaciones carísimas y contenido bloqueado tras muros de pago. Nintendo se ha posicionado como una compañía más agresiva que en los últimos años en esta tendencia, aunque no está sola en esta polémica estrategia comercial.
Los japoneses han roto todas las barreras psicológicas del precio con Mario Kart World para Nintendo Switch 2, que alcanzó en salida los 89,99 euros en formato físico y 79,99 en digital. Un salto brutal que marca un antes y un después en la estrategia de precios de la compañía japonesa. Pero esto es solo la punta del iceberg de una serie de decisiones que han indignado a la comunidad.
Los juegos a 80 o 90 euros. ¿La nueva norma?
Mario Kart World ha marcado un antes y un después al alcanzar los 90 euros en formato físico. Este lanzamiento establece un precedente peligroso para la industria. Si los jugadores aceptan pagar estas cifras por un juego de Nintendo, otras compañías no tardarán en seguir el mismo camino. Además, el título seguramente incluya DLC de pago en el futuro cercano, siguiendo el modelo establecido con Mario Kart 8 Deluxe.
No todo son malas noticias. Hollow Knight: Silksong ha sido la excepción a la regla con un precio de solo 20 euros, demostrando que aún quedan desarrolladoras comprometidas con precios razonables. Sin embargo, el verdadero terror llega cuando pensamos en GTA VI. El juego más esperado de la década podría romper todas las barreras y alcanzar o incluso exceder los 100 euros. Si Rockstar da ese paso, la industria completa lo seguirá sin dudarlo.
Remasterizaciones y contenido bloqueado en Pokémon
También tenemos el pack de remasterizaciones de Super Mario Galaxy 1 y 2, que ha salido a la venta por 70 dólares (69,99 euros en Europa), con ambos juegos disponibles también por separado a 40 dólares cada uno en formato digital. Lo más polémico del asunto es que el primer Galaxy ya había sido remasterizado en 2020 como parte de Super Mario 3D All-Stars, y esta nueva versión apenas añade mejoras significativas.
Pero la estrategia más controvertida llega con Pokémon Leyendas: Z-A. Para conseguir las megapiedras de Delphox, Chesnaught y Greninja será necesario tener Nintendo Switch Online, ya que estarán disponibles exclusivamente como recompensas del modo Combates Clasificatorios online. Además, las megaevoluciones de Raichu X y Raichu Y, así como otras por anunciar, llegarán únicamente mediante el DLC de pago Megadimensión, que costará 30 euros adicionales. Todo esto anunciado antes del lanzamiento del juego base.
La tendencia se extiende por toda la industria
Nintendo no está sola en esta carrera por exprimir las carteras de los jugadores. Microsoft ha aumentado el precio de Xbox Game Pass Ultimate en un 50% en octubre de 2025, pasando de 19,99 a 29,99 dólares mensuales. En algunos países como Brasil y Colombia, el incremento ha sido aún más brutal, llegando al 100% en ciertos casos. Sony tampoco se queda atrás, manteniendo los 80 euros como precio estándar para sus juegos AAA desde el lanzamiento de PlayStation 5.
El panorama es claro: la hipermonetización ha llegado para quedarse. Las compañías están probando hasta dónde pueden estirar los precios sin que las ventas se resientan significativamente. De momento, los números les están dando la razón, y la cuestión ahora es si esta burbuja de precios acabará por explotar o si nos hemos resignado a una nueva normalidad donde un videojuego cuesta lo mismo que varios meses de suscripciones a servicios de streaming.