Square Enix y Ubisoft dan un paso adelante con la IA. ¿El futuro de los videojuegos?

Ambas compañías han anunciado modificaciones con la IA como protagonista

La inteligencia artificial generativa se ha convertido en la nueva obsesión de la industria del videojuego. Sin embargo, su implementación está generando tantas críticas como promesas de innovación. Desde Square Enix anunciando despidos masivos mientras apuesta por automatizar su control de calidad, hasta Activision enfrentando ataques por usar IA en Call of Duty: Black Ops 7, parece que las grandes compañías están pisando un terreno muy resbaladizo.

Mientras tanto, Ubisoft presenta su proyecto experimental «Teammates», donde los NPCs responden a comandos de voz y se adaptan al jugador en tiempo real. Tres caras distintas de una misma moneda: el uso de la IA en el desarrollo de videojuegos está aquí para quedarse, pero ¿a qué precio?

Square Enix y Ubisoft: dos visiones muy diferentes de la IA

Square Enix, desarrolladora de Kingdom Hearts, ha anunciado que pretende automatizar el 70% de sus tareas de control de calidad y depuración mediante IA generativa antes de finales de 2027. La compañía japonesa se ha asociado con el Laboratorio Matsuo de la Universidad de Tokio para desarrollar estas herramientas. Hasta aquí, todo suena bastante futurista. Sin embargo, la noticia llegó justo al mismo tiempo que la confirmación de despidos masivos en sus divisiones de Europa y Norteamérica, afectando a casi todas las áreas operativas. Según varios medios, solo en la oficina de Londres hay cerca de 140 personas que podrían verse afectadas por estos recortes. Marketing, edición, ventas, control de calidad… ningún departamento parece haberse salvado. La jugada de Square Enix ha sido duramente criticada por figuras de la industria, como es normal.

Por su parte, Ubisoft ha tomado un camino aparentemente más experimental. La compañía francesa presentó «Teammates», un prototipo jugable que utiliza IA generativa para crear NPCs que responden a comandos de voz en tiempo real. En este shooter en primera persona, los jugadores pueden dar órdenes naturales a sus compañeros de equipo, como «cúbrete detrás de esa caja» o «ataca al enemigo de la izquierda«. Además, el juego incluye a Jaspar, un asistente de IA que puede pausar el juego, ajustar configuraciones o proporcionar información sobre la historia mediante comandos de voz. Suena innovador, pero la comunidad sigue escéptica ante estos proyectos que, aunque experimentales, podrían terminar sustituyendo trabajo humano.

Black Ops 7 y la polémica por el uso de IA generativa

Si Square Enix levantó ampollas con sus despidos y Ubisoft genera dudas con sus experimentos, Activision se ha llevado la peor parte con Call of Duty: Black Ops 7. Como ya os comentamos, el juego se estrenó en las diferentes tiendas. En algunas, como Steam, lo hizo con solo un 45% de reseñas positivas, siendo uno de los lanzamientos más flojos de la franquicia. Entre las quejas de los jugadores destacan problemas técnicos, spawns defectuosos y, sobre todo, el uso evidente de arte generado por IA.

Las críticas se centraron especialmente en las tarjetas de visita personalizables, que mostraban un estilo visual similar a las imágenes de Studio Ghibli creadas con IA que se viralizaron en redes sociales. Activision confirmó en la página de Steam que utiliza herramientas de IA generativa para desarrollar ciertos elementos del juego, lo que no hizo más que echar leña al fuego. Para muchos jugadores, el problema no es solo el uso de IA. Es que, además, hay una evidente pérdida de calidad artística en un juego AAA. Ah, y que cuesta 80 pavos.

¿Es la IA el futuro de los videojuegos o solo un atajo para recortar costes?

La industria del videojuego se encuentra en una encrucijada. Por un lado, herramientas como las de Ubisoft prometen experiencias más dinámicas e inmersivas. Por otro, casos como el de Square Enix y Activision demuestran que muchas compañías están usando la IA principalmente como una forma de reducir costes y plantilla. Los artistas, diseñadores y testers ven cómo sus trabajos peligran, mientras las grandes empresas venden estas tecnologías como «innovación«. Pero, ¿realmente estamos ante una revolución creativa o simplemente ante una estrategia para aumentar márgenes de beneficio? Quizás la pregunta más importante sea: ¿queremos videojuegos hechos por máquinas o preferimos aquellos creados por personas que entienden qué hace especial a este medio?