La venta de Warner Bros a Netflix no afectará a la división de videojuegos

Tras la noticia de la venta de Warner de ayer, se ha confirmado el impacto que tendrá en los videojuegos de la compañía

Ayer saltaba la bomba. Netflix compraba Warner Bros Discovery por 82.700 millones de dólares en una de las operaciones más salvajes de la historia del entretenimiento. ¿Murió el cine? Probablemente. ¿Los videojuegos? No, eso no. De hecho, los estudios responsables de Mortal Kombat, Batman Arkham y los juegos de LEGO tienen ahora un nuevo jefe. Y sí, amigos, esto cambia absolutamente todo el panorama del gaming.

La noticia pilló a muchos por sorpresa, pero lo que pocos esperaban es que la división de videojuegos también entraría en el paquete. Sin embargo, un portavoz de Warner Bros Discovery confirmó que estudios como NetherRealm, Rocksteady y TT Games pasarán a formar parte de Netflix Games cuando se cierre la operación. Por tanto, el gigante del entretenimiento no solo se lleva películas y series. También hereda un arsenal de talento capaz de crear algunos de los mejores juegos de la última década.

Warner Games cambia de dueño, pero la incertidumbre es máxima

Netflix se hace con ocho estudios de videojuegos que incluyen nombres de peso en la industria. Además de los ya mencionados, la compra incluye a Avalanche Software (creadores de Hogwarts Legacy), WB Games Montreal (Gotham Knights) y varios estudios de apoyo. Es decir, franquicias como Mortal Kombat, Batman, Harry Potter, LEGO y DC Comics ahora tienen un nuevo hogar. No está nada mal para una plataforma que hasta hace poco se centraba en juegos móviles gratuitos.

Lo curioso es que durante el anuncio oficial apenas se mencionaron los videojuegos. Ni Ted Sarandos ni Greg Peters, los CEOs de Netflix, dijeron una palabra sobre el gaming en sus presentaciones. Solo apareció el logo de Mortal Kombat en una diapositiva perdida entre decenas de datos financieros. Esto ha generado preocupación en la industria, pues nadie sabe exactamente qué planes tiene Netflix para estos estudios. Sin embargo, la historia nos enseña que no todas las compras salen bien. Cuando Sony compró Bungie en 2022 por 3.600 millones de dólares, muchos pensaron que sería un movimiento maestro. La realidad fue muy distinta: Destiny 2 no cumplió las expectativas, Sony registró pérdidas de más de 204 millones de dólares y el estudio sufrió despidos masivos. De hecho, ya han admitido que pagaron más de lo que deberían.

Por el contrario, Microsoft sí acertó con Mojang. En 2014 pagó 2.500 millones de dólares por el estudio responsable de Minecraft, y el juego no ha dejado de crecer desde entonces. Hoy es el videojuego más vendido de la historia con más de 300 millones de copias. Microsoft mantuvo el espíritu del juego, lo expandió a nuevas plataformas y dejó trabajar al equipo con libertad. El resultado habla por sí solo. Además, Warner Games viene de un periodo complicado, con fracasos como Suicide Squad: Kill the Justice League (que provocó pérdidas de 200 millones) y el cierre de varios proyectos.

El gran reto para Netflix será gestionar estudios complejos con proyectos costosos. Netflix nunca ha desarrollado juegos AAA tradicionales y su experiencia se limita a títulos móviles sencillos. Por tanto, tendrán que aprender rápido si quieren que franquicias como Mortal Kombat y Batman sigan siendo relevantes. O pueden meter la pata como Sony con Bungie. El tiempo lo dirá, pero desde luego, el sector del gaming acaba de cambiar para siempre.