Problemón en Bucarest, profesionales de Dota 2 no pueden volver a casa

La pandemia impide una normalidad total para todos

The International 10 ha sido todo un éxito pese a los problemas logísticos por los que la organización tuvo que cambiar de sede. De Suecia a Rumania, Bucarest fue finalmente la ciudad que albergaría uno de los mayores torneos de esports del planeta. Grandes números de audiencia y un triunfo para la historia por parte de Team Spirit culminaron semanas del mejor Dota 2 del mundo.

Aunque parezca increíble, para algunos jugadores la odisea de The International todavía no ha terminado. Varios jugadores de origen filipino no han podido volver a sus hogares y permanecen atrapados en Bucarest. Este hecho se debe a las restricciones en los viajes, y es que la Inter-Agency Task Force for the Management of Emerging Infectious Diseases, un grupo organizado por el gobierno de Filipinas para manejar las enfermedades infecciosas, publicó una lista actualizada en la que el único país en la lista roja es Rumania. Vaya suerte pensaréis…

Estar en la lista roja supone ser un país bajo el máximo nivel de alerta alrededor de todas las personas que viajan directamente desde ese lugar, por lo que en Filipinas no se permite el ingreso desde ese territorio. Esta lista salió el 16 de octubre, y los jugadores tenían los vuelos previstos para el día 18 y 19 del mismo mes. Puede parecer una casualidad, pero el hecho es que Rumania vive un aumento de casos del COVID-19 que provocó que la organización cancelase la asistencia a The International 10.

Los jugadores filipinos afectados por este incidente son los siguientes:

  • Evil Geniuses: Abed Yusop
  • Fnatic: Djardel “DJ” Mampusti y Marc “Raven” Polo Luis Fausto
  • T1: Carlo “Kuku” Palad y Karl “Karl” Baldovino

Algunas organizaciones de Dota 2 se han puesto ya en contacto con el gobierno filipino para tratar de llegar a una solución, pero es muy posible que los jugadores deban viajar a otro país y establecer una cuarentena durante 14 días, además de dar al gobierno filipino todas las pruebas que estos requieren para permitirles volver. Una posibilidad podría ser establecerse en un país vecino como Bulgaria, Serbia o Hungría para más adelante volver a casa. Una aventura que ninguno de los implicados olvidará.