Cloud9 deniega el milagro de Golden Guardians
C9 se proclama campeón de la LCS por sexta vez en su historia después de imponerse al equipo de los Golden State Warriors por 3-1 en la final
Cloud9 no ha dejado completar a Golden Guardians la historia de la Cenicienta. Los vigentes campeones de la League of Legends Championship Series (LCS) han impedido la que hubiera sido la mayor sorpresa de la historia de la región. Con un 3-1 han deshecho cualquier discurso de superación o de self-made man que el club de los Golden State Warriors hubiera podido proliferar -y con razón- en el caso de haber conseguido el primer título de su historia. Sin embargo, C9 también tiene sueños. Concretamente los de adelantar a TSM como el club más laureado de la historia de la región y deshacer todos los demonios internacionales vividos en 2022.
Nadie esperaba que Golden Guardians, un club que todavía no sabe lo que es acabar una fase regular con más victorias que derrotas, estuviera ante 20.000 espectadores en Raleigh, Estados Unidos. De la noche a la mañana el club de los Warriors pasó a ser una amenaza seria, cargándose a 100 Thieves, Evil Geniuses y FlyQuest por el camino. Sabiendo sufrir contra los ladrones y el equipo de Jeong Eon-young «Impact«, pero también sabiendo sentenciar contra los genios. Cloud9 tenía a favor la experiencia. Tanto de jugar finales como de ganar después de haber superado con éxito el cuadro inferior.
Sin embargo, la serie arrancó como si Cloud9 estuviera esperando a FlyQuest en lugar de a Golden Guardians para disputar la final. Los guardianes se hicieron con la ventaja en los primeros minutos y tuvieron el 1-0 a sus manos. Los nervios del debutante -aunque todos los jugadores de su plantilla saben qué es jugar finales o torneos internacionales- jugaron una mala pasada al club. GG deshizo todas las ventajas a través de las sobreextensiones. Asesinatos a favor del medio de C9, Jang Min-soo «EMENES», permitieron la remontada de los vigentes campeones. Su composición encajaba mucho mejor en los tramos finales de la partida en comparación a depender en exclusiva de la Zeri de Trevor Hayes «Stixxay«.
La afición de Raleigh quería creer en el milagro. O al menos, que sonaran los Silver Scrapes en la serie al mejor de cinco
Cometido el error de principiante, Golden Guardian no desaprovechó la segunda oportunidad. Tal como lo reafirmó en una entrevista postpartido el top de Cloud9, Ibrahim Allami «Fudge«, el equipo estaba siendo superior en los compases iniciales a los campeones. En el segundo mapa su máximo exponente fue un asesinato triple de Kim Tae-woo «Gori». El surcoreano bailó con Ahri para generar el efecto de bola de nieve necesario para generar el empate en la final. La afición de Raleigh quería creer en el milagro. O al menos, que sonaran los Silver Scrapes en la serie al mejor de cinco.
A partir de ahí Cloud9 se cansó. En su sección tenía tanto al mejor cuerpo técnico de la competición como al MVP del Spring Split y quiso demostrar porqué. Alfonso Aguirre «Mithy» hizo que sus pupilos jugaran alrededor de la calle inferior. Con Fudge como comodín para los momentos clave y Robert Huang «Blaber» como asistente, Kim Min-cheol «Berseker» fue el centro de operaciones de C9. No era de extrañar teniendo en cuenta que la entidad le puso a cargo del dúo Lucian-Nami. El efecto de bola de nieve era imprescindible y lo deliberó. Luego le tocó replegar con Xayah. Golden Guardians tenía todas las herramientas para ‘tirar adelante’ -Malphite, Wukong, Galio- y la Rebelde anulaba todo un plan de partida con una definitiva. Todo mientras el Olaf del top australiano se divertía entre el caos para pasar del 1-1 al 1-3.
La sexta LCS fue emocional para Cloud9. EMENES lloraba por conseguir el primer título de su historia y Berseker por sumar el segundo consecutivo en tan solo año y medio en la entidad. Al MVP se le caían las lágrimas como los detalles de calidad dentro de la Grieta del Invocador. Golden Guardians tenía un sueño. El club de los Golden State Warriors quería firmar el mayor milagro jamás visto. Pero ante la emotividad de los guardianes, C9 tenía ambición. Las expectativas necesarias para soñar con adelantar a TSM como el club más laureado y de redimir a América del Norte internacionalmente. Todo como recompensa de una temporada donde el club apostó por cambios en los momentos menos esperados: cuando las cosas iban bien.
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