Jensen sigue el camino de LeBron James

Como "El Elegido", el danés volvió al club que le vio nacer para sellar su deuda pendiente: conseguir un título con él

Nicolaj Jensen no es LeBron James. El medio de Cloud9 está entre los mejores jugadores de la historia de la League of Legends Championship Series (LCS), pero no se encuentra en el debate sobre el mejor jugador de la historia de la liga. Como sucede en el baloncesto, actualmente esa conversación se ubica en dos figuras: Yiliang Peng «Doublelift» y Soren Bjerg «Bjergsen«, actualmente medio de Team Liquid. Sin embargo, Jensen no es un tipo conformista al proponerse imitar el camino de «The Chosen One» y conseguirlo. Porque no todo el mundo es capaz de volver al club con los que vivió sus primeros pasos y sellar esa ansiada cuenta pendiente en forma de título.

Si los Cleveland Cavaliers vieron nacer la figura de LeBron, Cloud9 hizo renacer la de Jensen. El danés no era precisamente desconocido, pues desde 2013 era considerado como uno de los grandes prodigios del solo queue europeo. Pero con 18 años el medio tomó una decisión inmadura: ser tóxico constantemente y realizar ataques DDoS -colapsar un servidor o dispositivo con un flujo masivo de datos- a sus oponentes. Eso le conllevó dos años lejos de la Grieta del Invocador por una sanción permanente. Por mucho que estuviera cerca del ecosistema competitivo como entrenador en SK Gaming durante la cuarta temporada, la sensación no era la misma. Jensen sabía que él era quien debía jugar y, una vez Riot optó por perdonarle, C9 fue el club mejor posicionado.

Todo el mundo quería hacerse con los servicios de Jensen y el medio optó por un club histórico, aunque fuera al otro lado del charco. Los resultados a lo largo de su carrera lo han palpado: desde su debut no se ha perdido ningún Mundial y, estando por medio Bjergsen en su mejor pico de nivel, se ha proclamado en cuatro ocasiones como el mejor medio de la LCS. Sin embargo, el gran pero de su rendimiento individual en Cloud9 fue la incapacidad para traducirlo en un título. En la memoria, el duro recuerdo de las finales del Spring Split de 2017. El danés no usó ni la habilidad definitiva de Ekko ni el Reloj de Arena de Zhonya en una pelea por el Dragón Anciano. El error le dejó temblando con mucha razón: fue la jugada que habilitó a TSM su segundo campeonato consecutivo.

Entre medias del «quiero pero no puedo» doméstico, éxito internacional. Porque Cloud9 ha sido el club que ha evitado ridículos históricos de América del Norte en el escenario mundialista. Y cuando la organización faltaba o no se encontraba en un buen estado de forma, la región lo pagaba caro con fracasos, véase en 2019 y 2020 dos grandes ejemplos. Técnicamente Jensen no ganó un oro como LeBron James sí hizo en los Juegos Olímpicos de 2008 cuando todavía era parte de los Cleveland Cavaliers, pero sí fue parte del mejor resultado de la LCS en Worlds. El danés llegó a las semifinales del Mundial de 2018 con C9 el mismo año que había sido enviado a la Academia durante dos semanas.

LeBron en Miami y Jensen en Los Ángeles, pero el resultado fue el mismo: proclamarse campeones lejos de casa

A finales de aquella temporada, Jensen sabía que necesitaba un cambio de aires para aspirar a hacerse con su ansiado título. El danés debía deshacerse lo antes posible del hecho de ser técnicamente uno de los mejores jugadores de la liga que todavía no la había ganado. Una situación parecida -que no paralela- a la de James en un contexto completamente diferente. LeBron en Miami y Jensen en Los Ángeles, pero el resultado fue el mismo: proclamarse campeones lejos de casa. Además, mientras «El Elegido» repetía medalla de oro en los JJ.OO de 2012, el medio formó parte del Team Liquid que llegó a la final del Mid-Season Invitational (MSI) de 2019, el otro gran logro norteamericano en el escenario internacional.

Pero después de una época de resultados ‘flojos’ en comparación a los altos estándares, ambos volvieron a sus respectivos hogares. Sin embargo, por motivos muy distintos. Porque LeBron James es una de las pocas figuras del deporte a las que es imposible decirle que no. Es uno de aquellos talentos irremplazables. James decidió tirar de sentimentalismo para volver a los Cavaliers y hacerlos campeones junto a jugadores como Kyrie Irving. En cambio, Jensen estuvo una temporada sin equipo. Para añadirle más sal a la herida, Liquid decidió que era mejor idea incorporar a Bjergsen en lugar de mantener al danés que ya tenía en la plantilla.

El reencuentro entre Cloud9 y Jensen era lla mejor opción para ambas partes. En primer lugar porque el club estaba en pleno proceso de reconstrucción tras la caída del proyecto dirigido por Nick de Cesare «LS«. La organización alegaba que tenía unos sistemas de trabajo propios y quién mejor para ocupar la calle central que un jugador que los conocía a la perfección. Con Yasin Dinçer «Nisqy» en MAD Lions, el danés -ya con green card– era la mejor carta posible. Por perfil y experiencia tanto dentro como fuera de la Grieta del invocador. En definitiva, una oportunidad para emular a LeBron y generar un debate que podría aplicarse perfectamente en El Padrino: ¿fue mejor la primera o la segunda parte?

Jensen ha conseguido a costa de 100 Thieves ese título que tenía pendiente con Cloud9. Ni siquiera ha necesitado seguir reventando los registros como LeBron James. Con adaptarse a las necesidades del equipo ha tenido más que suficiente. El binomio LeBlanc-Zilean representa este hecho. La Embaucadora para cuando C9 le exigía dominar la Grieta del Invocador y el Guardián del Tiempo cubrir en todo momento a Kim Min-cheol «Berserker«. El danés se propuso seguir el camino de James con su retorno a los Cleveland y así lo ha hecho. En función de su rendimiento está poder pasar al debate de mejor jugador de la historia de la liga. Pero de momento le toca disfrutar de unos Worlds que Team Liquid y Bjergsen deberán mirar desde sus monitores, que no es poco.