«Aunque no os deis cuenta, estáis representando a dos instituciones»: cuando el ‘trash talk’ superó el límite

Team Heretics y KIYF Esports Club protagonizaron en 2017 una de las semifinales más intensas de la historia de Call of Duty, cruzando barreras que ahora han quedado como recuerdos nostálgicos

Es verano de 2017 y en el recinto ferial de IFEMA, Madrid, se disputa Gamergy. El evento por excelencia que une los videojuegos y los deportes electrónicos en España desarrolla una edición más ambiciosa que la anterior, en tónica con la evolución de la industria. Las Superligas de la Liga de Videojuegos Profesional (LVP) son uno de los platos fuertes y entre ellas se encuentra la de Call of Duty, un shooter que ha levantado pasiones desde su uso de razón. La primera semifinal está protagonizada entre Team Heretics y KIYF Esports Club promete, pero de repente se va de las manos. «¿Sabíamos que iba a pasar? No, pero no es algo que nos pillara totalmente por sorpresa», confiesa Carles Negreiro, Project Manajer en LVP y por entonces responsable de de competiciones de CoD.

La Superliga llegaba con un cuadro prometedor: las primeras semifinales estaban protagonizadas por Team Heretics y KIYF Esports Club, mientras las segundas por eMonkeyz y Giants. KIYF llegaba al enfrentamiento después de realizar una gran temporada en la vuelta de la fase regular, superando a clubes como Movistar Riders. En cambio, los herejes eran uno de los grandes favoritos al llegar como líderes de la fase regular. “Espectáculo, desde luego que va a ser un espectáculo”, afirmaba Ángel Quintana desde la mesa de análisis acompañado por Iván Arizpe «FlexZ«, actualmente creador de contenido de MAD Lions, y un joven Jorge Orejudo «Goorgo«, fundador de Heretics. Ambos clubes se tenían ganas, por lo que pocos contextos eran mejores que aquel para imponerse dentro de los servidores.

Los jugadores se encontraban en un escenario cuadrado, un modelo tal y como revela el Project Manajer de LVP, no fue casualidad: «Hacer la apuesta por un escenario cuadrado también era potenciar el espectáculo a nivel de reacciones«. La juventud de los jugadores, la pasión del público y el ritmo frenético de Call of Duty eran una combinación perfecta para hacer de las finales de la Superliga un desenlace apasionante. Desde la mesa de análisis tenían claro la importancia de este factor. «A primera vista puede ser el equipo más flojo de los cuatro, pero es un equipo de momentum. Si gana el primer mapa me da miedo», explicaba Goorgo, respetando en todo la dificultad que podía suponer KIYF contra Heretics.

«Acentúa el espectáculo que haya reacciones, que no haya jugadores que estén sentados todo el rato. Pero desde LVP teníamos muy claro que había una barrera que no se puede cruzar»

La serie arrancó con una victoria ajustada de Team Heretics, la emoción estaba a flor de piel y las reacciones llegaron. No sólo las comunes, también las que iban un poco más allá. Juan Muñoz «JurNii» celebra abrir la lata descaradamente contra KIYF, algo que hace saltar las alarmas, yéndose a la mesa de KIYF. El gesto no pasó desapercibido para los árbitros: «Hubo un toque de atención a Heretics». Posteriormente llega el empate de KIYF y Kamil Mora «Dirty» aprovecha la situación. Es el momento de devolverle a sus rivales su propia medicina, por lo que se va a celebrar el empate hacia la mesa de los herejes. Es ahí donde para todo. «Acentúa el espectáculo que haya reacciones, que no haya jugadores que estén sentados todo el rato. Pero desde LVP teníamos muy claro que había una barrera que no se puede cruzar», explica Negreiro.

Como responsable de la competición, Carles Negreiro decide parar el partido. Reúne a ambos equipos y tiene claro que debe bajar la tensión del ambiente: «Aunque no os déis cuenta, estáis representando a dos instituciones«. La posibilidad de tener que frenar los pies a los jugadores se cumplió. El trashtalk era un factor a la orden del día en Call of Duty, especialmente teniendo en cuenta toda la influencia que tenían las competiciones norteamericanas. Sin embargo, con las barreras traspasadas, los árbitros tuvieron que actuar y Negreiro no dudó en enviar un mensaje conciso:

– «A ti te gusta cobrar por jugar, cumplir el sueño de ser famoso, vestir esta camiseta, tener patrocinadores, que te paguen por jugar al videojuego que es tu pasión, que puedas estar aquí con todos los viajes pagados representando al club jugando delante de 2.000 personas… ¿Verdad que esa parte sí que te gusta?”

+ Sí…

– «Pues ahora tienes que demostrarlo, y no es suficiente con ser bueno jugando. Pensad que hay mucha gente que os está viendo y os está tomando como referencia, sobre la que vas a tener influencia. Vosotros a lo que tenéis que aspirar quieran ser como vosotros».

«Lo de ‘si lo volvéis a hacer estáis expulsados’ fue lo último que se dijo. Fue más bien una coletilla de ‘ah, y recordad esto'»

«Dentro de todo el clima de tensión, estuvo muy enfocado a intentar aislarlos, bajarlos a la tierra«, explica el Project Manager de LVP. Teniendo valores como la deportividad por encima de todo, Negreiro vio que aquel mensaje era el adecuado para frenar la tensión. Para evitar que aquella semifinal se convirtiera en un «patio de colegio» donde la actitud de bully se impusiera. En la situación del momento, a Carles le salió naturalmente el tono pedagógico en lugar del punitivo. Al fin y al cabo, parte de sus prioridades no dejaban de ser el bienestar de los jugadores: «Es muy difícil llegar a donde estás y con esta actitud estás ayudando a que esto se mantenga. Si por culpa de tu actitud esto desaparece, date cuenta de todo lo que vas a perder».

«Lo de ‘si lo volvéis a hacer estáis expulsados’ fue lo último que se dijo. Fue más bien una coletilla de ‘ah, y recordad esto'», recuerda Negreiro. Todo su mensaje tenía un objetivo: «La clave era frenar en seco todo lo que estaba pasando, bajar las revoluciones de todo el mundo, que fueran conscientes de lo que estaban haciendo y lo que tenían alrededor o la gente que les veía desde casa«. Los jugadores se llevaban bien entre ellos, algo que para Carles hacía que les costara darse cuenta de sus acciones. «Algunos decían que no era para tanto. Justamente ahí era donde quería hacer énfasis: ‘No, tú estás dentro y te parece que no es para tanto, pero no lo ves desde fuera. No estás viendo cómo te ve el público, sí que es para tanto'», asegura.

Y mientras él ponía orden dentro de la tensión, el equipo de realización de LVP pinchaba la cámara. Carles se enteró una vez fue a realización y le explicaron que habían grabado todo, aunque él ya escuchaba por el pinganillo cuál era la situación. Gracias a esa decisión la situación quedó para la posteridad de los deportes electrónicos, no sólo para los espectadores presentes en Gamergy. Incluso llegaron las bromas como las referencias a Negreiro como Hermano Mayor, una broma que él mismo guarda con mucho cariño.

Con el tiempo la situación ha acabado como el meme de Hermano Mayor: como una anécdota. Comentarios como «Hostia, la que se lió, ¿eh?» o «Joder, la que estábamos liando, menos mal que se paró» aparecen cuando Negreiro habla sobre el tema con los implicados. La semifinal transcurrió a favor de KIYF, que ganó por 1-4. En el otro lado fue eMonkeyz se impuso a Giants por 2-4, por lo que no hubo final esperada, pero sí una de las mejores de la historia de la Superliga con los monos proclamándose campeones. «Cuando los partidos acaben esto tenemos que ser capaces de bajar del escenario y salir a tomar una Coca-Cola o lo que sea”, reflexiona Carles. Dicho y hecho, porque fue lo que los jugadores de Heretics y KIYF hicieron una vez acabó Gamergy.