Altamente competitivo, nervios de acero: Así es Febiven

Fuente: Inven Global

Escrito por: Lara Lunardi

Fabien “Febiven” Diepstraten es un competidor temible. En psicología, la competitividad se define como un rasgo biológico innato que coexiste junto al deseo humano de sobrevivir. Desde que el ser humano trota el mundo, hemos competido contra todo tipo de formas de vida para mantenernos en lo más alto del orden natural.

Fabian, quien actualmente juega para Misfits Gaming en la LEC, es atraído a la Grieta del Invocador por esa ansia que nunca queda saciada.

Esa experiencia que ganas al crecer y al forzarte a mejorar al videojuego es lo que motiva a Fabian a alcanzar el pico más alto en la escena competitiva de League of Legends. Al recordar el primer encontronazo que tuvo con el fenómeno online mundial, le vino un recuerdo de Riven, la Exiliada: “Fue muy guay. Todavía recuerdo aquel día.” Su alias, “Febiven”, viene de un mix entre su nombre y el de Riven.

“Todo lo negativo –la presión, los retos– es una oportunidad para crecer.” –Kobe Bryant.

Cuando juegas al máximo nivel, el crecimiento es inevitable. Algunos de los elementos claves para tener éxito tanto a nivel individual como en grupo son: crear malestar para mejorar el entorno del equipo, descubrir constantemente tus emociones, ética de trabajo y cómo mejorar.

“El amor por lo que hago es un punto fuerte que siempre he tenido, desde el principio. He construido en base a eso al ir mejorando con el tiempo. Una gran parte de mis fuentes de inspiración externas, gente a la que admiro, son jugadores famosos de baloncesto y fútbol, pero, a veces, también son personas del mundo de los negocios. Busco la mentalidad adecuada en mucha gente distinta, cada persona lo hace funcionar de forma diferente y esto me ayuda a saber qué camino es el mejor para mi.”

Febiven compara su ética de trabajo con la de Kobe Bryant, jugador profesional de baloncesto. La admiración viene de la gran mentalidad y de sus esfuerzos a la hora de liderar a Los Angeles Lakers. Bryant reunía a sus compañeros tras las partidas, abría su portátil, les enseñaba la jugaba y les señalaba exactamente dónde necesitaban mejorar.

“Intento ser alguien que impulse constantemente al equipo hacia delante. Siempre intento mejorar mi ética de trabajo, la forma en la que me comunico y la forma en la que juego, o todo aquello que me hace ser mejor persona, de mi rutina diaria a aquello que como, la forma en la que hablo en grupo y asumo la responsabilidad. A veces, me llegan mensajes siempre que comparto citas inspiradoras de aquello que leo y la gente me pide que les recomiende libros. Me alegra ver que difundo esta positividad.”

Cuando sientes presión y los resultados determinan el desenlace de un evento importante, la rabia prende ese fuego. La rivalidad es al juego lo que la gasolina al fuego. Jugar contra los mejores equipos invita a querer demostrar algo tanto a ti mismo como a otros. Febiven reafirma que buscar el lado bueno de las cosas hace que la toma de decisiones sea más eficiente, y aclara la mente, incluso dentro del caos.

“Mi cuerpo y mente están conectados. Si no los desarrollo a la par, uno de ellos sufrirá; puedo sentirlo. Hacer ejercicio, lo que como, cómo me hablo a mi mismo… Todo ello juega un papel para alcanzar mi condición ideal. Todo ese tiempo que paso leyendo o viendo chorradas en internet pueden afectar a mi mentalidad. A veces, cuando te despiertas y abres Twitter, puedes ver comentarios o contenido que te provoca. Si dejas que esto entre en ti, tu mente no conocerá el descanso. Consigo mucha ayuda de aquellos mentores que conozco en internet; además, aquello que leo también es muy importante, al igual que la meditación trascendental.”

La combinación de una gran habilidad y del dominio de tus emociones le da a Febiven un nivel ilimitado de confianza en sí mismo. Puede que ser el mejor jugador sea su prioridad. Aunque, a veces, la sobre-confianza puede llegar a dominarle. El ganar varios partidos seguidos o tener unos pensamientos demasiado positivos pueden llegar a ser un obstáculo en el camino del éxito. Pero, ahora mismo, está cómodo con el camino que ha tomado.

“Juego porque me encanta la competición.”

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