SK Gaming necesita un «plan B»

Las flaquezas del conjunto alemán quedaron expuestas en el encuentro ante Fnatic

SK Gaming era sinónimo de miedo cuando el League of Legends competitivo empezó a crecer. El club alemán era uno de los grandes nombres propios de la prematura escena en occidente, emulando así los pasos que anteriormente ya hizo en otros títulos como Counter-Strike. Sin embargo, todo cambió cuando la organización descendió de la por entonces League of Legends Championship Series (LCS) europea en el verano de 2015. A partir de allí poco quedó de SK como «gigante». La entidad necesitó que a partir de 2019 la competición pasara a estar formada por franquicias -ligas regionales aparte- para volver a la élite del MOBA de Riot Games. Desde entonces el equipo siempre se ha encontrado entre la tierra del éxito y el fracaso. Este limbo ha hecho que en reiteradas ocasiones haya finalizado una temporada por la puerta de atrás. Este Spring Split de 2021 no ha sido una excepción.

Las dos últimas participaciones de SK Gaming en la League of Legends European Championship (LEC) tienen en común que los alemanes dieron la sorpresa al llegar a los playoffs. Superaron cualquier tipo de expectativa pero sus méritos quedaron a la sombra después de sufrir unas dolorosas derrotas. No obstante, ahora el contexto es totalmente distinto. El pasado verano no había más recorrido por delante tras perder la serie al mejor de cinco contra el Schalke 04. SK llegó a su techo, sin más. No obstante, en este 2021 el club cuenta con todo un Summer Split. Ahora la organización tiene la oportunidad de mejorar su estilo de juego y elaborar un «plan B», algo que ha demostrado necesitar tras caer eliminado a manos de Fnatic.

Una identidad fácil de reconocer

SK Gaming
El estudio de Berlín de la LEC volvió recibir a los jugadores un año después | Foto vía Riot Games

El conjunto de la LEC aplicó al pie de la letra el famoso estereotipo de la «fiabilidad alemana» en la última temporada. SK Gaming no hizo ninguna revolución, pero se esforzó en que sus integrantes encajaran bien para que los mecanismos del equipo funcionaran con solvencia. Kristian Østergaard «TynX» y Erik Wessén «Treatz» se hicieron con las ‘llaves’ del equipo a pesar de ser novatos -más el primero que no el segundo- y pasaron a ser la base sobre la que se sustentaría la nueva identidad. El estilo de juego era sencillo pero efectivo: un dúo jungla-apoyo lo suficientemente fuerte para poder iniciar escaramuzas, acelerar el escalado de sus carries y finalmente poder pasar a pelear en grupo.

Con Janix Bartels «Jenax» ya asentado en gran parte en su nuevo rol, la calle superior pasó a ser el lado débil para SK Gaming. Rara vez los alemanes jugaron para esa zona de la Grieta del Invocador durante la fase regular, cosa que realmente tampoco necesitaron. En cambio, en el lugar opuesto del mapa, SK optó por marcar sus propias normas. La organización alemana ofreció espacio a Jean Massol «Jezu» y evitó que fuera esclavo del metajuego. En vez de obligar al tirador francés a jugar Kai’Sa constantemente, le dio confort asegurándole campeonas como Kalista, Miss Fortune o Vayne a través del counter pick.

Probablemente el caso del joven ADC sea el único que se sale de las directrices del metajuego. Ersin Gören «Blue» jugó a lo largo de toda la fase regular magos de control, mientras que Treatz estuvo principalmente bajo el control de iniciadores primarios. Donde también se mostró astuto SK Gaming fue a la hora de priorizar a Hecarim en la jungla. TynX, mucho más brillante poniendo a sus líneas por delante que no siendo él mismo el carry, se benefició. Con el jungla ya acomodado y una participación en los asesinatos del 71,3%, la entidad dio con la tecla correcta para llegar a playoffs.

Fnatic como revelador de las debilidades

Bwipo
Bwipo | Foto vía Riot Games

Gabriël Rau «Bwipo» fue contundente en una entrevista postpartido con Dot Esports: Fnatic sabía que tenía que jugar hacia la calle inferior para anular a SK Gaming. Gary Marialet «Tolki«, asistente de Jakob Mebdi «YamatoCannon«, demostró a través de las estadísticas por qué ese era el camino correcto para vencer a la organización alemana. La presencia de Treatz en un 80,7% de los asesinatos totales de SK durante la fase regular era una gran evidencia. El conjunto naranja aplicó su característica agresividad como es habitual. Sin embargo, usó todas sus ventajas para castigar al apoyo sueco y a Jezu.

Jugar contra Fnatic significa ver cómo la anarquía invade la Grieta del Invocador, algo a lo que SK demostró no estar acostumbrado. Jenax se posicionó en una condición favorable tras rascar diversos asesinatos con Aatrox en el baño que sangre que fue el primer mapa y la respuesta de su equipo fue nula. Como jugar con su top por delante o con más recursos que los dos carries se salía de su libro de estilo, la organización no lo aprovechó. El club no varió en un solo instante su plan de partida con la excepción de la tercera partida. Pecó de estático y sólo consiguió rascar una victoria que, por cómo se desarrolló, fue más demérito del conjunto naranja.

Un SK Gaming en perspectiva

Otro de los grandes problemas de SK Gaming en los playoffs fue la gran diferencia de nivel en la calle central. Yasin Dinçer «Nisqy» fue superior a Blue en todos los ámbitos y pagó todos los riesgos que asumió con el fichaje del medio procedente de la Turkish Championship League (TCL). Por mucho que su equipo le intentara acomodar con distintos magos de control, el exjugador de 1907 Fenerbahçe Esports no vivió su mejor serie al mejor de cinco. Ni siquiera pudo sorprender con Akali a un Nisqy imperial que no siempre jugó alrededor de Oskar Boderek «Selfmade«. Tampoco ayudó que el conjunto alemán se arriesgara a jugar una composición de 1-3-1 con presión en las calles laterales sin haberla jugado en exceso a lo largo de la fase regular.

Lo fácil es señalar a Blue, los drafts o el inmovilismo como causas del mal resultado de SK Gaming. Sin embargo, la cuestión es que si el club puede recibir estas críticas es porque ha llegado a los playoffs. Su temporada ha sido un éxito teniendo en cuenta las pocas expectativas que generaba su plantilla y ha sido más regular que otros contrincantes como Misfits Gaming. La fórmula de SK es similar a la de Rogue: es un equipo de autor con un estilo definido. Ahora su asignatura pendiente -como lo sigue siendo para su rival de la tabla alta- es perfeccionar su estilo de juego. Elaborar un «plan B» para no ser superados tan fácilmente en series al mejor de cinco. Y a diferencia del año pasado, ahora cuenta con un verano por delante para comprobar si realmente tiene un techo más alto.