NAVI aboga por la paz y el fin del conflicto en Ucrania

Un momento de máxima tensión para NAVI

NAVI, uno de los clubes de esports más importantes del mundo, ha mostrado su enorme preocupación ante el conflicto bélico que está ocurriendo en su tierra: Ucrania. El mensaje es claro, demuestran estar juntos y esperan que esto acabe lo antes posible. A su vez, dejan un enlace para realizar donaciones al ejército ucraniano.

Establecido en Kiev, todo lo que está ocurriendo ha cogido de lleno a NAVI y el mundo de los esports ha demostrado desde el primer momento estar con ellos, así como con el resto de sus deportistas. Oleksandr «s1mple» Kostyliev ha expresado su enorme preocupación ante lo que está ocurriendo, deseando la paz y que el conflicto se detenga. La alineación titular de NAVI está formada actualmente por dos jugadores ucranianos: s1mple y b1t; y tres jugadores rusos: electroNic, Boombl4 y Perfecto

Un pensamiento que ha sido apoyado por toda la escena de los deportes electrónicos. NAVI no está solo, el mundo desea que lo ocurrido no vaya a más, y así lo han demostrado otras organizaciones de esports. Conjuntos nórdicos como AstralisNinjas in Pyjamas han dejado mensajes claros de apoyo a Ucrania, y cambiado sus logos por unos en el que los colores representan a la bandera ucraniana.

https://twitter.com/NIP/status/1496781552075870209?s=20&t=sgguHOTMmV26Py4GBe6Ocw

NAVI y los esports en contra de la guerra

Toda la escena de Counter Strike: Global Offensive (CS:GO) no se lo ha pensado lo más mínimo. Hay que apoyar a Ucrania, hay que apoyar a NAVI ante los acontecimientos que están tomando lugar en el país del Este de Europa. Un gran número de profesionales, así como los clubes anteriormente mencionados, están en contacto constante, y es que este país es uno de los grandes protagonistas en la escena mundial del First Person Shooter de Valve.

Nadie quiere la guerra, salvo los políticos y personas que solo piensan en su interés propio y los beneficios económicos que este tipo de conflictos les reportan a todos los niveles. Al final, el que acaba pagando es el pueblo, y eso lo está experimentando en sus propias carnes Ucrania y Europa.