Las decisiones que permitieron a MAD Lions ganar el quinto mapa

Los malos juicios condujeron a Rogue a una inevitable derrota

Este pasado domingo se disputaron las finales de la League of Legends European Championship (LEC). Nos encontramos en un momento digno de remarcar, puesto que ni G2 Esports ni Fnatic alcanzaron un puesto en la serie que otorga el título de la máxima competición europea. Fueron MAD Lions y Rogue los dos equipos que se enfrentaron y fue el conjunto de Javier Prades «Elyoya» el que se llevó el gato al agua por un ajustado 3-2. Si bien Rogue tenía todo de cara para ganar la serie, sobre todo en el quinto mapa, una serie de malas decisiones condujeron a los pícaros a la derrota.

Un quinto mapa de infarto

La serie comenzó 2-0 para Rogue y parecía que MAD Lions no podría igualar la serie. Sin embargo, a base de esfuerzo, peleas bien elegidas y un buen macro, los leones consiguieron remontar y pusieron el 2-2 en el marcador global. Todo se decidiría en un quinto mapa que fue, cuanto menos, de infarto. Y es que este enfrentamiento no fue sencillo para ninguno de los dos equipos.

El desgaste se notaba en ambos bandos. Los jugadores de MAD Lions parecían los más cansados, al menos a nivel mental. Y es que tener que ganar dos mapas seguidos para evitar perder una final con un 3-0 es digno de mención. Pero vamos al punto principal de la cuestión. Rogue arrancó ganando este último partido de manera abrumadora. Los leones no podían hacer nada por el mapa, puesto que siempre había alguien evitando que se movieran.

Quien más sufrió fue İrfan Berk Tükek «Armut«, toplaner del equipo entrenado por Mac. Durante toda la fase de líneas, tanto Kacper Słoma «Inspired» como Emil Larsson «Larssen» le hicieron la vida imposible. A pesar de estar bajo torre, el carrilero superior no tuvo ocasión de jugar. Eso sí, dicen que la venganza se sirve en platos fríos y Armut llevó este dicho a la realidad.

El midgame de Rogue, su condena

En cuanto llegó el midgame, Rogue se perdió por completo dentro del mapa, jugando un macrogame, cuanto menos, nefasto. Esto no es algo a lo que nos tengan acostumbrados los ‘pícaros’, pero los nervios del momento jugaron una mala pasada. De este modo, en lugar de jugar con un 1-3-1, algo para lo que estaba diseñada su composición, decidieron pegarse de principio a fin. ¿El resultado? Todo salió a pedir de Milhouse para MAD Lions. Y es que a los leones les interesaban las escaramuzas, que su Viktor realizase un DPS constante y que Kai’Sa pudiera saltar a la backlane para acabar con Senna en cuanto sus rivales se despistasen un poco.

Poco a poco los leones recortaron distancias, aunque se seguían manteniendo muy por debajo en el marcador de oro. Y llegó el momento decisivo, la jugada en la que los chicos de MAD Lions pusieron el broche de oro a su remontada. Ambos equipos se encontraban en la zona del Barón Nashor y se preveía una pelea próxima y fue el momento en el que toda ventaja que Rogue poseía se vino abajo.

Trymbi se posicionó de mala manera y fue Humanoid quien aprovechó para utilizar un perfecto campo gravitatorio para dividir a sus rivales en varios lugares. Si a esto sumamos que Inspired no estuvo acertado con su destello y cayó en las garras de la definitiva de Rakan, quedando completamente a merced de todos sus enemigos.

Ahí fue cuando sonaron las alarmas y todo el equipo de Rogue comenzó a huir. Pero un genial Armut que ya se estaba transformando en Mega Gnar utilizó una definitiva sobre dos objetivos que terminó de sentenciar la pelea y, con ello, la última partida de las finales. Los leones sólo tuvieron que perseguir a sus otras dos presas heridas y terminar en el carril central, donde la oleada también les favorecía. Y así es como, a pesar de terminar el partido 2.000 de oro por debajo, MAD Lions se coronó campeón de la máxima competición europea.