Los límites que tomó una pareja para no spoilearse un videojuego
Pasión por Final Fantasy
Final Fantasy XIV vive posiblemente el mejor momento de su historia, algo increíble si tenemos en cuenta la longevidad del juego y que nos encontramos actualmente en su cuarta expansión. Endwalker es un juego sobresaliente, y los jugadores se están dando cuenta. Prueba de ello es el creciente número de suscriptores, con Square Enix bloqueando temporalmente las ventas digitales de su tienda para tratar de frenar las largas colas de espera.
La historia que hoy tratamos tiene que ver con este mismo juego y una pareja que disfruta de todo lo que Eorzea, y más allá, tiene que ofrecerles. Tal es la pasión de ambos por Final Fantasy XIV que han tomado estrictas medidas para que ninguno desvele nada al otro sobre la historia del juego.
¿Cómo lo hacen? Muy sencillo, la mujer publicó en Reddit una imagen en la que se muestra como juega su marido, con una manta tapándole tanto a él como el monitor con el claro objetivo de que su mujer no vea nada referente a Endwalker.
Sin duda, esta pareja ha encontrado un «objeto» legendario para evitar los spoilers.
Final Fantasy XIV y una historia que te atrapa
Durante casi una década y a lo largo de cuatro expansiones más el juego base, A Realm Reborn, Final Fantasy XIV nos ha acompañado con una historia llena de momentos, giros inesperados, villanos emblemáticos y personajes inolvidables. Lo que ha logrado Naoki Yoshida y el resto de su equipo en Square Enix es historia de los videojuegos, no solo por la resurrección de este MMORPG, sino por lo trabajado que está y la importancia que se le ha dado a algo como la historia.
¿Por qué es esto tan destacable? Durante mucho tiempo, el género MMORPG en varios de sus máximos exponentes no ha prestado excesiva atención a la historia, siendo esta algo secundario y sobre lo que el usuario debería rascar para consumir ese lore. No es este el caso de Final Fantasy XIV, y es que mediante miles de conversaciones y un gran número de cinemáticas, vamos avanzando en una trama sin igual, a la que la única pega que le podemos poner a día de hoy es no haberla podido disfrutar todavía en castellano.
