Tranquilizadme como lo hace Brollan

Aunque sea puramente egoísta, a veces está bien que a los mejores 'no les vaya tan bien' para poder sentirse un poco identificado

Verano es una época tan divertida como insoportable en el ámbito deportivo. El humo sobre los fichajes entretiene tanto como puede llegar a deprimir ver cómo los deportistas del máximo nivel presumen de algo que tú no tendrás. Abre Instagram para encontrarte foto de su viaje exótico, en TikTok un vídeo divertido con su pareja, en Twitter algún meme sobre alguna vivencia curiosa en las vacaciones… Ni siquiera es envidia, es tirria a la sobreexposición. Te he visto demasiado, así que procedo a silenciarte. No es nada personal, faltaría más, pero prefiero cuidarme. A no ser que te llames Ludvig Brolin «Brollan» y seas el entry fragger de Ninjas in Pyjamas.

Las redes sociales de un jugador profesional de videojuegos durante las no son exactamente así. La de algunos sí, pero no es algo exagerado como por ejemplo en los futbolistas de la Premier League, por poner un ejemplo. Y repito, no es cuestión de que no se deba o no se pueda hacer. Ni formo parte de la policía de la diversión ni tengo intención, bastante que ya cuento con lo mío. Pero evidentemente, me siento más representado con alguien como Manu Trigueros, jugador del Villarreal: camisa de tirantes, botella de vino y cocido en mesa.

Lo de Brollan no tiene que ver con sus redes sociales. Ver su Instagram o Twitter es estar ante un perfil que no se usa en exceso pero que en ningún caso es un despropósito. A mí por lo que me tranquiliza el jugador sueco es por lo que ha sucedido a su alrededor en el aspecto deportivo. Dejó Fnatic después de cuatro años por Ninjas in Pyjamas para poder aspirar a más. Con la excepción de Patrick Hansen «es3tag«, un equipo completamente sueco. Pero lo que pasa después de este parón veraniego no tiene nombre.

Fnatic se enfrenta a Ninjas in Pyjamas en su primer partido de la 16ª ESL Pro League y supera con facilidad al conjunto sueco. Brollan es el mejor de los Ninjas pero no es suficiente: la organización británica le endosa un doble 4-16, primero en Ancient y después en Overpass. Los fichajes de Fredrik Jorgensen «roeJ«, Dion Derksen «FASHR» y Nico Tamjidi «nicoodoz» parecen tener efecto a corto plazo. En el otro lado, la famosa «ley del ex» no se aplica ni por aplica ni por pasiva. NiP se despide de la EPL con un récord de dos victorias y tres derrotas, pero Fnatic consigue llegar a playoffs con un récord de 3-2. Lo que hace unos meses sería el mundo al revés se cumple.

Ninjas in Pyjamas sabe que se encuentra con un problema cuando Hampus Poser, in-game leader (IGL) del equipo, tiene llega a tener mejores registros que otros jugadores del equipo. Para la desgracia de la comunidad nacional, el elegido para ir al banquillo es Nicolás González «Plopski» y el nuevo fichaje es Aleksi Virolainen «Aleksib«, procedente de G2 Esports. El finlandés asume el rol de IGL para dejar a Hampus como rifler y la comunicación del equipo pasa a ser en inglés. Brollan se encuentra con aquello de lo que quería huir: de una plantilla internacional. La ilusión de poder competir en un equipo donde el sueco predominara -motivo importante para fichar por NiP- se va en un abrir y cerrar de ojos.

Todo lo que le pasa actualmente al sueco me sabe tan mal como me relaja al mismo tiempo. Es como un pequeño recuerdo: no todo es lo que se presume porque en cada casa cuecen habas. Una demostración de que tener talento y trabajar constantemente no siempre implican recompensa, que la vida es mucho más dura. Le deseas desde la barrera que le vaya bien porque consideras que se lo merece pero tampoco le niegas que esté sentado en la misma mesa que tú, al menos durante un pequeño lapso de tiempo. La compañía entre gafes siempre es bien recibida. Evidentemente, este es un pensamiento puramente egoísta, pero no puedo mentir: de vez en cuando necesito que me tranquilicen como lo hace Brollan.