Aferrarnos a la memoria

Defender un legado es tan importante como no quedar cegado por este mismo

Decía el cineasta Luís Buñuel (1900-1983) que «una vida sin memoria no sería vida». Que ella es nuestra coherencia, razón, acción o sentimiento. Más allá de estar de acuerdo con él, quién soy yo para cuestionar a la ligera a un genio que tenía fama de tozudo. La cuestión es que en los deportes electrónicos suele ser selectiva, aparece principalmente en forma de ventajismo. El origen va más allá de señalar al propio sector como culpable de ello, porque hacerlo sería quedarse en la superficie. El oportunismo lo hemos interiorizado como sociedad y es difícil deshacerse de él. Independientemente de ello, la memoria implica mucho más, por lo que tanto defenderla como ser consecuente con ella debe ser un ejercicio prioritario.

Un gran ejemplo sobre lo importante que es tener memoria en todos los sentidos lo representa Lee Sang-hyeok «Faker«. Manuel Martínez «Cabramaravilla«, excomentarista de la Liga de Videojuegos Profesional (LVP), lo define a la perfección en un vídeo dedicado al Rey Demonio. «Faker es el mejor jugador de la historia y nadie lo va a superar nunca. Si empezaste a ver LoL después de la season seis, seguramente no sepas por qué. En resumidas cuentas: es el padre del League of Legends moderno. Es la persona que más hizo avanzar el competitivo de toda la historia, incluidos entrenadores y analistas, diseñadores  y ejecutivos de Riot. A menudo reducimos su figura a ganar tres mundiales a pesar de que no es el único que lo ha conseguido, pero es que es muchísimo más«.

La enésima cátedra de Cabra pasa por explicar cómo Faker inventó distintos enfrentamientos, la forma de jugar según qué campeones en medio o el control de oleadas en la calle central. Culpar a alguien que empezó a ver League of Legends más tarde de no saber esto es disparar al aire: no consigues nada porque culpa como tal no tiene. Sin embargo, es aquí donde cobra importancia la memoria, porque es la que permite profundizar sobre la magnitud de un fenómeno. Defendiéndola es como podemos asegurar que el Rey Demonio es mucho más que tres Copas del Invocador, hacer que los recién llegados -que evidentemente tienen que ser bienvenidos- sepan lo que hay. Que quizás es mejor idea informarse o lavarse la boca antes de querer hacer un ejercicio reformista con el medio de T1.

Desgraciadamente la memoria también es una lucha de relatos que trasciende más allá de una temática en concreto. Que no es fruto de la casualidad que cierto sector de personas catalogue deliberadamente un golpe de estado como un enfrentamiento entre «quienes querían democracia sin ley y quienes querían ley sin democracia». Por estas cosas es tan importante la existencia de documentación: nos acerca allí donde no estuvimos y permite mantener vivo el recuerdo de la memoria de la forma más precisa posible. Por eso la figura del periodista o del historiador debe reivindicarse y valorarse en los deportes electrónicos. No obstante, desgraciadamente aquí llegamos a otro debate cíclico. Que si la falta de contenido de calidad, mala praxis entre los profesionales, ausencia de recursos para los profesionales o la nula autocrítica de una audiencia que no apoya los trabajos que requieren mayores esfuerzos.

La memoria tampoco es un clavo ardiendo

Una de las pocas veces en las que he aprendido teniendo razón en vez de cagándola ha sido gracias a Kim Tae-Sang «Doinb«. En 2020 el medio tuvo un mal año con y la reacción de una parte de la audiencia era pedir su retiro. Opinaba que era una mala racha en la que quedaron expuestas tanto sus virtudes como sus defectos. Un año después me topé con estar en lo cierto. En 2021 el surcoreano fue uno de los mejores medios del año y durante el verano el que peleaba cara a cara con Heo Su «ShowMaker» por ser el mejor jugador de su posición. Luego pasó lo que pasó en el Mundial y ante la dificultad de defender la situación -no por falta de argumentos, si no por la pesadez de hablar a un muro- me di cuenta que está sobrevalorado tener razón.

Ahí aprendí a que pedir el retiro es extremadamente volátil. Mejor dejárselo a las personas con valentía. Sin embargo, eso tampoco niega que a veces no hay luz al final del túnel. La otra cara de la memoria está en su idealización. Tener presente siempre el recuerdo por todo lo que nos produjo a costa de querer evitar que algún día puede llegar su fin. Pocos ejemplos son tan buenos como los de Luka Perkovic «Perkz» y Rasmus Winther «caPs» en la actualidad. Aunque caPs ha tenido mejor temporada que Perkz, los dos están lejos del nivel de «GOAT» de años atrás. Pedir el retiro sin dar un poco más de margen sería irresponsable, pero negar que la posibilidad de que llegue el día donde serán «irrecuperables» también lo sería. El cerebro asusta de lo complejo y asombroso que llega a ser.