Madurar con y como Miniduke

Voy a ser sincero: no sé lo que es madurar. Conozco la teoría, soy capaz de distinguir a las personas que han vivido el proceso pero sin embargo todavía no lo he vivido. A mis 20 años afirmar que he madurado sería mentir. Sería faltar el respeto a las personas que tengo a mi alrededor con más experiencia y después a mí mismo, porque sería una forma de engañarme. Por ello, en el entorno, el cine o la música busco figuras para aproximarme lo máximo posible a esa sensatez. Esta temporada de verano de la Superliga Orange (SLO) me ha ofrecido una grata sorpresa sin esperármelo. Ismael Martínez «Miniduke» ha demostrado en BCN Squad ser un ejemplo claro de evolución personal a pesar de encontrarse rodeado de malos resultados a nivel deportivo.

Una historia con la que hemos crecido

Lejos queda aquel Miniduke que, atónito, explicaba a Lorena Castell la experiencia de vivir por primera vez fuera de casa con sus compañeros de equipo para las cámaras de MTV. Cuando ganó la División de Honor (DDH) con G2 Vodafone precisamente bajo el foco de Gamers, el reality show que explicaba cuál era la vida de un jugador profesional de League of Legends, aquello pareció el principio de una gran era. Éxito a nivel deportivo y televisivo, ¿qué más se podía pedir? No obstante, aquello fue un espejismo dentro de una trayectoria llena de altibajos.

Tras coronarse como campeón de la DDH, Miniduke bajó de la dulzura del éxito para bañarse en el amargo sabor del barro. A pesar de ser uno de los integrantes de la gran final vivida entre G2 Vodafone y ASUS Rog Army, el medio acabó fuera del equipo por su irregularidad. Esa etiqueta le alejó de tener ofertas en la actual Superliga y le obligó a competir durante casi dos años en la por entonces existente segunda división.

Hasta 2018 el medio no volvió a la máxima categoría nacional precisamente gracias a ASUS Rog Army, equipo del que fue su verdugo. No obstante, eso no fue suficiente para dejar su distintivo atrás. A pesar de haber vuelto a la actual SLO, seguía siendo una moneda de doble cambio. Si salía la cara Miniduke era capaz de ganar prácticamente solo los encuentros, pero si la cruz era la que aparecía daba igual lo que sucediera, que era muy difícil verle aparecer. La situación cambió con una decisión clave en el momento adecuado: dejar durante un tiempo la competición para dedicarse al streaming. Ahí consiguió crear una comunidad y mejorar individualmente, algo que en un futuro ha tenido su recompensa.

Miniduke como estandarte

Miniduke demostró ser un competidor nato. No se conformó con hablar por redes sociales sobre el trabajo que estaba haciendo para recuperar un puesto que él creía que merecía. Cuando Movistar Riders le dio una oportunidad en la novena temporada y la aprovechó. Empezó a demostrar con hechos el eco de sus palabras.

Es cierto que en su etapa con Riders no mostró su mejor versión, pero demostró unos síntomas de mejoría. Estas muestras animaron al resto de organizaciones de la Superliga a ficharle. Miniduke comenzó 2020 de la mano de Telepizza Team Queso y fue junto a Miłosz Domagalski «Raven» el principal argumento por el que el club consiguió llegar a playoffs por primera vez en su historia. Por fin parecía que el exjugador de G2 Vodafone había encontrado su sitio, sin embargo, la crueldad volvió a imponerse en su camino.

Team Queso decidió prescindir de él para poder incorporar a Michał Dubiel «Roison» a sus filas, algo que casi lo hundió. A priori precía que se iba a quedar de nuevo sin competir en la SLO, pero una oferta de BCN Squad cambió a última hora la situación. El club de la ciudad condal depositó mucha confianza en el medio y construyó la plantilla a su alrededor. Por primera vez un club le dio las llaves del equipo a Miniduke, algo insólito hasta la fecha. A pesar de no obtener recompensa a nivel deportivo, le ha servido para consolidar su evolución.

Miniduke nunca ha renegado de su estilo agresivo, pero afirmar en la actualidad que solo sabe jugar Azir y Lissandra al máximo nivel es mentir a la realidad. Con 11 campeones jugados a lo largo de la temporada y una mayor estabilidad en las fases de líneas, el exjugador de ASUS Rog Army ha sido el principar pilar del conjunto barcelonés. Cuando él y Tim Willers «Keduii» han podido brillar, el equipo ha obtenido buenos resultados.

Ideas claras

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Imagen vía LVP

Aunque BCN Squad ha estado lacrado por las derrotas que le han mantenido zona baja de la tabla, el medio siempre ha sido ese rayo de esperanza. Como bien declaró a Víctor Fernández «Wolk» y Sergio Cerdán «Teshrak» en la entrevista post partido, este ha sido el final de una época. Miniduke ha demostrado con su rendimiento en la última temporada que merece tener ofertas de equipos de la Superliga Orange.

Si hacemos una mirada hacia atrás, realmente la evolución del medio es de admirar. Pasó de lo más alto a lo más bajo en un cerrar de ojos, e inconforme con ello, trabajó para volver a donde él creía que merecía estar. A lo largo de los últimos años ha sido capaz de crear una comunidad y decir las cosas sin pelos en la lengua, algo que incluso le ha llegado a costar insultos sobre su aspecto físico sin ningún tipo de sentido.

Cuatro años después de aquel programa de Gamers, tiene un nuevo objetivo: la máxima competición europea. «Yo no me quiero retirar sin llegar a la LEC» declaró a Teshrak y Wolk. Con las ideas claras y superadas todas las dificultades, Miniduke despide 2020 como agente libre pero con la cabeza alta. El medio ha representado de una de las historias de mayor evolución dentro de la escena nacional.

Actualmente ya en la segunda mitad de mis estudios universitarios, empiezo a notar que soy un amargado. Preguntas como «y cuando acabe la uni, ¿qué?» empiezan a resonar en mi cabeza a pesar de que me quedan dos largos años por delante. La verdad es que no sé si eso es madurar, darte cuenta de la realidad, o el qué. Sin embargo, pase lo que pase, sé que si toco fondo profesionalmente ahora cuento con la referencia de Miniduke. El jugador podrá ser muchas cosas, pero merece ser recordado como un espejo en el que reflejarnos en términos de sacrificio por uno mismo.

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