Según Hai, »la toxicidad del juego recae tanto en Riot como en la comunidad, y hay que resolver este desde ambos frentes»

La historia de la restricción de chat de Hai sigue trayendo cola. El ex jugador de Cloud 9 y ahora streamer fue baneado 10 días tras calificar la actitud de dos jugadores que le tocaron en una partida de soloQ.

Después de algunos errores en early game, ambos decidieron irse afk. Entonces, Hai dijo que habían tenido una »actitud de mierda» que uno de ellos era »terrible». Pocas partidas después, le llegó una restricción de chat.

Muchos creen que se está alimentando una política de odio en el juego que se está expandiendo. Hay muchas quejas de la comunidad, sobretodo jugadores profesionales o streamers. La falta de dureza de Riot en muchos casos tampoco ayuda a calmar los ánimos.

Hai no entiende la dureza de la sanción

Para Hai, es algo que »tiene que trabajarse desde ambos frentes, no puede quejarse sólo una parte». Su baneo ha sido la gota que ha colmado el vaso. Casi nadie entiende su baneo, más aún cuando Hai es considerado uno de los modelos a seguir en la comunidad por regar una cultura de respeto, positivismo, y compañerismo en un su fundada organización ‘Radiance‘.

Aunque admite que no fue ejemplar esa partida, cree que un warning hubiera sido suficiente: »No soy reincidente en esto, si lo fuera entendería un castigo así.» Aunque la comunicación de Riot con los partners es buena, según Hai, cree que en este caso el sistema de soporte al jugador que le explicó el motivo del ban estaba usando citas de copy/paste.

Hai
Hai ha conseguido implementar sus valores como fundador de Radiance | Fuente: Radiance

Situación aún más sonrojante cuando Hai fue penalizado con un período de prueba en League Partner Program, perdiendo todas las ventajas que ello conlleva y con la disculpa de Riot, que rápidamente lo convirtió en un warning. Mucha dureza para un caso sin antecedentes ni penalizaciones previas.

Precedentes durante el último mes

El caso de Hai es el que ha terminado por encender todas las alarmas. Previamente, el caso del vídeo de Voyboy titulado ‘El triste estado del SoloQ’ fue el inicio. A él le han seguido casos como el de Bizzleberry hace unos días, quien incitiva a Riot a investigar comportamientos tóxicos por parte de miembros del LPP que no estaban siendo sancionados.

Hai sólo espera que Riot ‘incite’ a la acción tomanndo medidas castigando a reincidentes de toxicidad y añadiendo más recursos a la hora de reportar: »se debe trabajar desde ambos frentes.»

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