El balón que no entró contra el Queens Park Rangers

El universo alternativo en el que el Kun Agüero no le daba en 2012 la Premier League al Manchester City ha llegado con la derrota de KRÜ Esports en las semifinales del VALORANT Champions

Como decía Lucas Garófalo, periodista especializado en cultura, probablemente Sergio Agüero sea la persona más querida por los hermanos Gallagher y el jeque Mansour bin Zayed Al Nahyan de los Emiratos Árabes Unidos (EAU). El ‘Kun’ fue el catalizador del cambio de paradigma futbolístico en Manchester que hizo que el City pasara por delante del United. Un gol ante el Queens Park Rangers (QPR) en el minuto 93 durante el último partido de la temporada para darle al club la Premier League en 2012 lo sentenció. Si alguien podía provocar el salto del equipo de la clase obrera -ahora dependiente de la inversión de los EAU- ese era el pibe. Por eso la mayoría del público hispanoparlante creía en la clasificación de KRÜ Esports a la final del VALORANT Champions. Sin embargo, la victoria de Gambit Esports supo como si ese balón contra el QPR no hubiera entrado.

KRÜ Esports demostró a medida que avanzaba el VALORANT Champions que si un equipo podía conseguir la épica era él. Que el propio futbolista sufriera con los partidos de su club durante los co-streams demostraba aquello que Garófalo señalaba en Nadie lo hace como el Kun Agüero: es un nexo entre las nuevas generaciones y antiguas. Y los jugadores de KRÜ, lejos de intimidarse ante tal situación, emularon el ejemplo del crack argentino. Como profesionales sus metas se hacían cada vez más grandes, pero incluso en contextos de presión disfrutaron e hicieron disfrutar. Recordaron el motivo por el que alguien coge un balón, un mando de consola o un teclado y un ratón en repetidas ocasiones con la ilusión de la primera vez.

A estas alturas la EMEA puede presumir de tener al primer campeón mundial de la historia de VALORANT. No obstante, KRÜ arruinó la fiesta de la dominación total tras eliminar a Fnatic en cuartos de final. Se coló en las semifinales por méritos propios con la misma pillería con la que el ‘Kun’ consiguió hacerse un selfie con David Cameron, Primer Ministro del Reino Unido desde 2010 hasta 2016, y Xi Jinping, Presidente de China desde 2013. Combinaron los méritos deportivos con el «perfil de pibe de barrio pícaro y entrador», por lo que emulando a Agüero era difícil no creer en la hazaña o no sentirla cerca. Pero no fue así y, por mucho que el equipo tuviera el respeto del mundo a sus pies, no dejó de doler. Si el balón ante el Queens Park Rangers no hubiera entrado, el sabor habría sido este.

KRÜ enseña que entenderse es tan importante como quererse

Decía el humorista Manel Vidal sobre la salida de Leo Messi del FC Barcelona que «Una de las cosas más difíciles de aceptar que se aprenden cuando te haces mayor es que con el amor no hay suficiente. Dos personas ya se pueden querer, si quieres, con un amor puro y esférico, que si no se entienden no hay demasiado que hacer. Es una lección importante que tiene el pequeño defecto de ser mentira: si con el amor no hay suficiente, es que no había suficiente amor». La cuestión que una de las claves que transmite el éxito de KRÜ Esports durante el VALORANT Champions es que sencillamente entendieron absolutamente todo.

Al menos en League of Legends, América Latina ha estado muchos años hablando sobre una tierra prometida que nunca llegaba. Los resultados deportivos nunca se correspondían a la gran ambición existente. Sin embargo, KRÜ Esports tomó el camino totalmente opuesto y decidió ir poco a poco. De menos a más, sabiendo en cada momento dónde estaba. Y no por falta de talento, pues con ver algunas jugadas de Angelo Mori «keznit» -por poner un ejemplo- ya es suficiente para saber que existe. Pero el conjunto entendió a la perfección el contexto y que, antes de querer dar cuatro pasos, es importante dominar los tres primeros.

Preguntar las cosas antes que darlas por hechas, saber qué tipo de comentarios gustan y cuáles no, aceptar las pequeñas… KRÜ Esports trasladó todas esas cosas al marco competitivo a medida que pasaban las Challengers Masters. Y no por falta de amor hacia la victoria, porque si no fuera así no acabas pidiendo perdón a pesar de haber hecho historia. Pero la dificultad que supone traer la luna es inversamente proporcional a la facilidad con la que se promete. Y KRÜ es pícaro como su fundador, pero tampoco bobo: no se olvida ni de donde viene ni cuál es el camino que ha recorrido. Quizás el final no ha sido el deseado por la mayoría de los seguidores hispanoparlantes. De todas formas, siempre es mejor quedarse con los abrazos de admiración Gambit o las lágrimas de alegría Juan Pablo López «NagZ«.