Luka Perković es para siempre

Tras seis largos años de incontables aventuras, uno de los jugadores más importantes de la historia del League of Legends europeo se ha marchado del club de sus amores. Durante todo ese tiempo ha dignificado su trabajo en un sector que, desgraciadamente, todavía supone un simple videojuego para muchos. Más de un lustro en el que ha sido uno de los reflejos de toda la industria y sus respectivos protagonistas. Aunque ese profesional apodado Perkz haya decidido emprender una nueva aventura en América del Norte, su huella es imborrable en la historia de G2 Esports. Por todo lo que ha significado dentro y fuera de la Grieta del Invocador, Luka Perković es para siempre.

Perkz es eterno porque fue uno de los principales responsables de que los samuráis disfruten del estatus del que gozan en la actualidad. El croata le dio más colores a la paleta de un equipo que solo conocía el rojo de la derrota. Dejando atrás la cuestionable situación del club en la extinta Challenger Series europea, el jugador dio a G2 Esports el ascenso a la League of Legends European Championship (LEC) y lo dotó de títulos en su primer año en la élite. Además, precisamente lo hizo en el videojuego donde su jefe, Carlos Rodríguez «Ocelote«, triunfó, algo que todavía aportó más alegría a la casa de los samuráis.

De todas formas, su historia en la organización europea no se entiende sin la figura de Ocelote. «Recuerdo un momento tres años atrás cuando Carlos estaba comentándome en Skype algo como ‘quiero hacerte una estrella’» confesó Perkz a Duncan Shields «Thorin» en un episodio de Reflections en 2018. Ya en 2015 el español se vio reflejado en el croata: era medio, tenía talento y ningún pelo en la lengua. En definitiva, un cóctel de elementos que provocaron que fuera su ojo derecho, su hijo adoptivo dentro de los deportes electrónicos. Más allá de convertirlo en una estrella, el CEO de G2 hizo del jugador la figura central del club. A pesar de fichar a grandes nombres propios de los deportes electrónicos a lo largo de los años, ninguno sustituyó la importancia de Perković.

El croata le dio más colores a la paleta de un equipo que solo conocía el rojo de la derrota

Más allá de su importancia dentro del relato de G2 Esports, Perkz ha demostrado ser un competidor nato. Ha estado al pie del cañón, tanto en las buenas como en las malas y siempre como el epicentro del club. Distintos compañeros entraban y salían de la organización, pero él se mantenía como el pilar de todas las plantillas. Incluso cuando los samuráis propiciaron el fichaje de Rasmus Winther «Caps«, el mayor talento que ha producido el viejo continente en toda su historia, él era un imprescindible. A pesar de contar con un reinado central en la calle central a sus espaldas, el croata supo ceder espacio al único capaz de superarle. Su deseo era ganar como fuera y se adaptó a la calle inferior. Los resultados son evidentes: a pesar de cambiar de rol es el jugador más laureado de la historia de Europa.

Sin embargo, Perkz sigue siendo en parte ese adolescente que quiere disfrutar de League of Legends y por eso ha querido volver a la calle central. Los reyes de verdad, esos que no se decretan por sangre azul, saben de donde vienen. Por ello, el medio ha decidido empezar un nuevo capítulo en su vida en Cloud9. Sin dejar atrás el deseo de la victoria, ha antepuesto una nueva región con tal de no hacer un posible daño directo a los ‘suyos’. Para ser historia de una entidad no necesitas estar eternamente en una entidad, un one club man como les gusta decir a los ingleses, y el croata ha demostrado tras trascender en G2. Por ese mismo motivo, Luka Perković es y será para siempre.

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