La metamorfosis de Nisqy

Yasin Dinçer «Nisqy» es un hombre acostumbrado a los cambios ya que a lo largo de toda su carrera ha estado a América del Norte y Europa. En esta ocasión el belga vuelve al viejo continente para jugar la League of Legends European Championship (LEC) de la mano de Fnatic, club del que formó parte en 2017. Sin embargo, poco queda de aquel medio que se desarrollaba en la academia del conjunto naranja dentro de la desaparecida Challenger Series europea.

La carrera de Nisqy la podría haber escrito perfectamente Franz Kafka. El medio es el Gregor Samsa particular del League of Legends occidental particular porque, a medida que ha avanzado el juego, ha reconvertido todas sus funcionalidades para poder adaptarse a su entorno. Más que evolucionado, el belga es un jugador que ha cambiado por completo en sus cuatro años en la élite. Su metamorfosis particular ha sido la que ha propiciado su fichaje por un Fnatic que necesitaba urgentemente nueva sangre en la calle central.

El primer Nisqy

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Nisqy en su etapa en Team EnVy, 2017 | Foto vía Riot Games

Como bien advertía Miguel Casquero «FrVonLettow» en 2016, «si ve una oportunidad de llevarse un asesinato en uno contra uno, lo intentará«. Sin ser necesariamente un jugador demandante de recursos, desde su etapa en Melty eSports -por entonces un gigante del League of Legends francés- Nisqy era un jugador hecho por y para pelear. Su principal virtud era saber cuándo podía aprovechar los picos de poder de sus personajes, tanto en la fase de líneas como en las peleas grupales.

El belga desmostró en su primera temporada en la élite todo el impacto que podía llegar a tener. El medio hizo un 28,% del daño total de Team EnVy en el Summer Split de la League of Legends Championship Series (LCS) de 2017 con tan solo un 22,1% del oro total. Sin embargo, en su debut en la máxima competición ya mostró las flaquezas que FrVonLettow mencionaba: el control de mapa y las rotaciones. Aunque en ese contexto Nisqy era víctima de la inexperiencia, el jugador necesitaba apoyarse en campeones con habilidades globales (principalmente Taliyah) para rotar correctamente.

Ese fue uno de los problemas que arrastró con Splyce en 2018. Cuando se trataba de ser estático, pero a cambio sólido en línea y en las peleas, Nisqy jugaba bien. No obstante, cuando tenía que rotar junto a Andrei Dragomir «Xerxe«, no era capaz de generar todas las ventajas esperadas. Eso provocó que, a pesar de que el equipo relegara en personajes como su Cassiopeia, el belga aprovechara todos los recursos que el equipo le daba. Por ello, el exequipo de la LEC redirigió los recursos a Kasper Kobberup «Kobbe«, algo que a finales de 2018 provocó que el medio solo recibiera un 22,7% del oro total.

El cambio radical

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Nisqy en su etapa e Cloud9 | Foto vía Riot Games

La metamorfosis de Nisqy llegó una vez fichó por Cloud9 en 2019. Mientras Samsa tuvo que aprender a convivir con sus nuevas extremidades, el medio tuvo que hacer lo mismo con sus nuevos compañeros. Dennis Johnsen «Svenskeren» y Robert Huang «Blaber» propiciaron el cambio ya que ambos junglas tenían como costumbre jugar a través de medio para generar ventajas y extrapolarlas. Anteriormente el belga compartió equipo con Nam Tae-yoo «LirA«, que prefería acomodar a Shin Woo-yeong «Seraph» en la calle superior, y con Xerxe, cuyas rutas de limpieza de campamentos variaban en función de los planes de partida. Por lo tanto, estaba en un contexto atípico para él.

El club norteamericano lo intentó de todas las formas, desde magos de control hasta duelistas, estos últimos especialmente en el Summer Split de 2019. El conjunto de la LCS buscaba a través de sus junglas darle la suficiente ventaja en línea al belga para que pudiera extrapolar todos sus recursos a Zachary Scuderi «Sneaky». A pesar de todos los esfuerzos, los resultados no fueron los esperados por la organización. El equipo se quedó a la sombra de nivel regional y cayó eliminado en la fase de grupos de Worlds.

Sin embargo, una vez llegó 2020, Nisqy dio con la clave para despuntar. El medio pasó a ser quien daba las ventajas a su jungla para que este las extrapolara al resto del mapa. Los malos números en fase de líneas dejaron de ser una consecuencia y pasaron a ser uno de los argumentos. Esto proclamó a Cloud9 el indiscutible campeón del Spring Split. Nisqy completó la mejor etapa de su carrera con un 26,2% del daño total con tan solo un 20,6% del oro total en beneficio al 19,5% de Blaber.

Los planes de Fnatic

Mapas de calor de Nisqy. Izquierda: Splyce vs G2, semifinales de la LCS EU de 2018. Derecha: Cloud9 vs FLY, finales de la LCS de 2020 | Fuente: WeBrain

Aunque la fórmula del éxito de Cloud9 caducó el pasado Summer Split tras no revalidar su título de campeón y quedarse fuera de Worlds, Fnatic busca la mejor versión del belga. El objetivo es sencillo pero conciso: potenciar lo máximo posible a Oskar Boderek «Selfmade«. Como bien declaró el propio Martin Larsson «Rekkles» en una entrevista con Ashley Kang, darle recursos al jungla fue una de las claves del éxito del conjunto naranja en el tramo final de 2020. Aunque ahora la controversia se sitúa en la calle inferior tras la incorporación del sueco a G2 Esports, a primera vista el club de la LEC mantendrá sus planes en 2021. En las manos de Nisqy está generar más certezas sobre su fichaje y su estado de forma final para tener un desenlace totalmente distinto al de La Metamorfosis.


Datos obtenidos vía Games of Legends y mapas de calor vía WeBrain

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